lunes, 16 de agosto de 2010

Un sabado en Huancayo


Era un sábado del mes de diciembre, nos encontrabamos en Huancayo por un viaje de estudios universitarios, estaba cansadísima ya que no había podido dormir casi nada, ni siquiera en el trayecto hacia allá, ya que hacia demasiado frío y todos hacían demasiadas bromas.
Habíamos llegado en la mañana y salimos directos hacia el tour, visitamos muchos lugares, que ahora no recuerdo los nombres, lo único que puedo recordar de ese tour era un increíble dolor en el bajo vientre, que estuvo molestandome durante los tres dias que estuvimos ahí.
Llego la noche y lo único que queria era dormir, pero iba hacer imposible, todos los chicos decidieron ir a una discoteca, a la cual tampoco recuerdo el nombre, pero estuvo divertido,aunque la altura nos molestaba a la hora de saltar y sentíamos que nos faltaba el aire, pero no queriamos dejar de bailar, y a la hora de marcharnos me dolían los pies por culpa de los zapatos de taco alto que se me ocurrio usar.
Mi mejor amiga, también había ido conmigo, no podemos vivir separadas aunque la conosco casi un año es como mi hermana, pero es una hermana demasiado fiestera, y al parecer se paso de licor esa noche, pero estabamos en otra ciudad, era perdonable, teníamos que disfrutarlo.
Al llegar al hotel, todos nos fuimos al cuarto de uno de los chicos para "seguirla", mi adorada mejor amiga decidio acompañarlos, trate de convencerla para se quedara conmigo ya que me sentía algo mal y no queria estar sola, pero igual se fue y me abandonó.
Mi momento de soledad no duró mucho, ya que mi amiga entró a la habitación en un estado completamente lamentable, hablaba sobre cosas compleamente incoherentes, algo así sobre un refrigerador parlante y que tenia conversaciones con "Luz Clarita", a nuestra otra amiga que dormía en la otra cama la confundió con su hermana, y de pronto tuvo una epifanía y sabía como resolver todos los problemas que nos atormentaban y por supuesto no se olvidó de decirnos que nos quería demasiado, al final no pude dormir, tenía a una persona hablando incoherencias y un dolor menstrual que no se quería ir.
Al dia siguiente me dió pena y al mismo tiempo risa, sé que suena cruel, pero es que oírla decir cada dos segundos que le dolía la cabeza y jurarme que no volvería a tomar, era realmente gracioso, pero la quiero aunque siempre me juré que no volverá a tomar y no me deje dormir.

3 comentarios:

  1. Jajajaja que buena! No sabía de esas incidencias. No pude ir por "x" razones a ese viajo, que estuvo muy bueno.

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  2. que mal con tu amiga!
    muy linda tu anecdota

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