viernes, 17 de septiembre de 2010

Tan solo tenía hambre

Me desperté. No sé qué hora será, pero por lo que veo ya debe ser mas de mediodía, me levanto de mi cama y me dirijo a la cocina y puedo notar que estoy sola en mi casa, pero eso no importa, lo único en que puedo pensar es que en el hambre con la que he despertado y si como algo pronto moriré, bueno no literalmente, pero puede pasar.

Rebusco entre las ollas que están encima de la cocina y veo que están vacías, pero la olla arrocera tiene un poco de arroz que seguro es del día anterior, pero aun se ve comestible.
Abro la refrigeradora y veo que solo hay un huevo, asi que mi única opción es un rico arroz a la cubana, saco el aceite y la sartén para freír mi huevo, lo frio con cuidado porque se me puede quemar, ya me ha pasado.
Cuando todo está listo, oigo voces, alguien ha llegado, era mi madre, se habían ido a comer al chifa y al parecer se acordaron de mí y me trajeron un poco para mi, observo detenidamente lo que me prepare con tanto cariño, pero el chifa es más rico que eso, así que me decidí por lo que trajo mi mami, tal vez otro día pueda comer mi arroz a la cubana.

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